El presente relato es un extracto del cuento Las Malas Compañías
«Quisiera tener la habitualidad para dibujar cada uno de los sueños que compartimos y aquellos que solo están en mí; todo ello está encerrado en cada canción que ha definido mi vida, esas canciones llenas de pasión y compañía. Todo aquello que me ha acompañado en tu ausencia cuando no sabía que estabas tan cerca de mi música.
Todo aquello que es azul me recuerda tu nombre. Todas las luces de esta ciudad que encierran un misterio y un temor a la oscuridad me guían cada noche en el camino para encontrar aquella canción que es para ti. Cuéntame de todo aquello que percibes en esas luces que me tienen prisionero en esta ciudad. Cada línea azul me recuerda tu voz. Esa canción que está en cada amanecer deseoso de tus ojos.
Ahora todo tiene un color. Mis ojos no pueden ver otros colores, solo veo tu imagen bailando en mis brazos, deseando no soltarme para quedarme allí a tu lado, para solo ver tu cabello que desea tocar mi cara y tus ojos que buscan mis labios. El color de tus labios aún está en mis dedos y mis labios. El color de tu sonrisa la tengo cada vez que soy feliz por amor. Ese sentimiento que me has dado y está tocando mi alma cada día y cada noche. La garúa continúa y estas palabras seguirán en tu mente donde sabes que te amo.»
[Escuchando la canción del grupo Yo la tengo – Blue line swinger]
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